martes, 25 de enero de 2011

Diario de Aya - Parte VI [2/2] : "QUIZÁ NO DURE MUCHO MÁS"

Reunión de alumnos

Cinco profesores del internado y diecisiete alumnos con sus padres nos hemosreunido en un restaurante llamado Inaka. Me ha hecho feliz que todos se encontraran bien. Antes de que nos sirvieran los platos nos hemos reunido en la terraza para charlar al sol. Yo era la única que estaba sentada.
Suzuki-sensei se ha acercado y se ha sentado con las piernas cruzadas.
Nuestros ojos estaban a la misma altura. Me ha regalado un pañuelo diciendo que era un recuerdo de Singapur. Como siempre sus ojos eran tan amables como los de un elefante. Yo-chan me ha regalado un libro que compró con el sueldo de su trabajo – “Cherry-chan to Einstein boya” (Cherry y el joven Einstein) de Teruko Ohashi. Hemos comido hasta hartarnos y nos hemos reído felizmente.

martes, 18 de enero de 2011

Diario de Aya - Parte VI [1/2] : "QUIZÁ NO DURE MUCHO MÁS"

Ako me ha regalado una camiseta para felicitarme por haber dejado el hospital.
Estaba dispuesta a perseverar hoy también, pero lo único que he hecho ha sido comer, lavarme los dientes, ir al baño y dormir. Así ha pasado el día.
Me he cortado el pelo por la tarde. Ha sido un corte elegante y despuntado. Ya no puedo cuidar de mi pelo, así que, ¿a quién le importa si tengo rizos o no? Si lo pienso detenidamente, entiendo lo que mi madre piensa; ella dice que el tiempo que dedico a peinarme debería reducirse. Cuando me miro al espejo me doy cuenta de que tengo el mismo corte que la Doctora Yamamoto.

martes, 11 de enero de 2011

Diario de Aya - Parte V [2/2] : "CON LA VERDAD ASIMILADA"

Tercera estancia en el hospital

“Voy a confiar en la Doctora Yamamoto”. Quiero que reparen mi cuerpo en el hospital. Solo puedo vivir bien si tengo buena salud… Ni siquiera puedo estar segura de si, de un modo o de otro, voy a poder seguir haciendo mis cosas cuando tenga veinte años. ¡Doctora, ayúdeme! Intento animarme a mí misma diciéndome que no tengo tiempo para ser cobarde. Pero no puedo evitar que mi enfermedad progrese por mucho que lo intente…
“Ya no eres una estudiante”, me ha dicho la Doctora Yamamoto, “así que puedes quedarte en el hospital hasta que te pongas mejor. Después tendrás que hacer todo lo que puedas para seguir viva. Mientras estés viva, estoy segura de que descubrirán una nueva medicina. Hasta ahora, la neurología en Japón ha estado por detrás de otros países, pero últimamente ha avanzado a una velocidad increíble. La leucemia era una enfermedad fatal hasta hace unos años pero ahora algunas personas se curan. Aya-chan, yo estoy estudiando mucho con la esperanza de poder ser capaz de curar a pacientes como tú”. No he podido dejar de llorar, pero hoy eran lágrimas de felicidad. “Gracias, Doctora Yamamoto. Usted no se ha rendido conmigo. Me preocupaba tanto que usted hubiera abandonado toda esperanza porque no me recuperaba ni las dos estancias ni la medicina me han hecho nada…”. He asentido con fuerza. No podía hablar bien. Mi cara estaba cubierta de lágrimas. Mi madre me estaba dando la espalda. Sus hombros temblaban.
Me siento muy feliz y muy agradecida por haber conocido a la Doctora Yamamoto. Siempre que me siento física y mentalmente débil y desanimada, ella acude a mi rescate. Incluso cuando tiene otros pacientes esperándola, me escucha sin ni siquiera ir a comer. Me da esperanza. Me proporciona luz. Sus palabras, “¡mientras yo sea médico, no me rendiré!” han sido tan tranquilizadoras.

martes, 4 de enero de 2011

Diario de Aya - Parte V [1/2] : "CON LA VERDAD ASIMILADA"

Hoy me he llevado una gran sorpresa. Esta es la conversación que he tenido con Rika, de cuatro años:
“Aya, yo quiero temblar como tú”.
“Pero entonces no podrías caminar, ni correr, y te aburrirías”, le he contestado muy tranquila. “Ya tenemos suficiente con mi problema”.
“Vale, entonces no quiero”, ha dicho inmediatamente.
Esto ha ocurrido en la entrada. Mi madre estaba en algún lugar de la casa.
¿Qué habrá pensado si nos ha oído?