jueves, 7 de octubre de 2010

Diario de Aya - Parte II [1/6] : "SOPORTANDO LA ENFERMEDAD (15 AÑOS)."

Síntoma

Creo que últimamente he perdido peso. ¿Es porque me salto las comidas porque la cantidad de deberes que tengo que hacer y por el proyecto de ciencias? No puedo concentrarme así que me preocupo. Me culpo a mí misma pero parece que no progreso. Mi energía continúa desapareciendo. Quiero ganar un poco más de peso. A partir de mañana, necesito actuar de acuerdo con el plan que escribí. Hoy ha estado lloviznando, y tengo que ir andando al colegio con una mochila que pesa mucho, y además un paraguas, ¡es un rollo! Mientras tenía esos pensamientos negativos, mis rodillas se han doblado y me he caído en una calle estrecha que hay a cien metros de mi casa. Me he hecho mucho daño en la barbilla. Cuando, con cuidado, he acercado mi mano a la barbilla, he sentido cómo la sangre pegajosa ha cubierto mis manos. He recogido lo que se ha caído de la mochila y el paraguas y he vuelto a casa. Mi madre ha salido diciendo, “¿Te has olvidado de algo? Si no te das prisa, vas a llegar tarde”. “¿Qué te ha pasado?”. No he podido decir nada y solo he podido llorar. Rápidamente mi madre ha cogido una toalla y me ha limpiado la cara, que estaba cubierta de sangre. He sentido cómo la arena se introducía en la herida. Me ha dicho, “Tenemos que ir al médico”, y rápidamente me ha ayudado a ponerme ropa limpia, me ha puesto una tirita en la herida y nos
hemos montado en el coche. Me han dado dos puntos sin anestesia. He apretado los dientes y soportado el dolor porque todo ha sido culpa mía por ser tan torpe. Pero, aparte de eso, ¡siento que hayas tenido que pedir un día libre en el trabajo, mamá! Mientras miraba mi barbilla dolorida en el espejo he pensado que quizá mis manos no me han respondido cuando me he caído porque he estado muy lenta. Pero me alegro que la cicatriz esté debajo de la barbilla. Mi futuro sería muy oscuro si estuviera en un sitio donde todo el
mundo pudiera verla. Mis notas en Educación Física*.


Séptimo grado = B (Notable)
Octavo grado = C (Bien)
Noveno grado = D (Aprobado)
.

¡Estoy tan frustrada! Supongo que tengo que esforzarme más. Esperaba que el circuito de entrenamiento que hice durante el verano me ayudara un poco, pero supongo que no ha sido así. Bueno, supongo que es porque no lo hice durante mucho tiempo. (La voz de las sombras = ¡Exactamente!).
Por la mañana, cuando una luz débil y una brisa se filtraban a través de las cortinas amarillas de encaje de la cocina, he llorado. “¿Por qué soy la única que no puede hacer deporte?”. Hoy tengo un examen de Educación Física. Mi madre se ha tapado los ojos y ha dicho, “Pero Aya, no pasa nada porque tú eres inteligente. Puedes concentrarte en las asignaturas que más te gusten y aprovechar eso en un futuro. Se te da bien el inglés así que deberías perfeccionarlo. El inglés es un idioma internacional así que estoy segura de que
será útil. No te preocupes si sacas un suficiente en Educación Física…”.
Mis lágrimas han dejado de caer. Todavía me queda algo. No debería ser tan llorona. Mi cuerpo no se mueve como me gustaría. ¿Es por la ansiedad que me produce no poder hacer los deberes cuando podría si empleara cinco horas al día? No, no es eso, algo en mi cuerpo se está rompiendo. ¡Tengo miedo!
Siento como si me estuvieran aplastando el corazón. Quiero hacer ejercicio. Quiero correr. Quiero estudiar. Quiero escribir de forma más clara. “Namida no tokata” es una gran canción. Me he enamorado de ella. Cuando estoy comiendo y la escucho, la comida me sabe mucho mejor.
Ahora voy a hablar de mi hermana. Hasta ahora solo me había fijado en su lado malo, pero últimamente he empezado a pensar que, en realidad, es amable. La razón es que, cuando vamos al colegio, mi hermano pequeño me deja atrás y camina a su ritmo, pero mi hermana camina junto a mí. Incluso cuando cruzamos el puente, carga con mi mochila y me dice, “agárrate a la barandilla”. Lentamente, mi humor de las vacaciones de verano se está desvaneciendo.
Después de recoger los platos de la cena, cuando me iba a mi habitación mi madre me ha dicho, “Aya, ven a sentarte”. Mi madre parecía muy seria y me he puesto nerviosa pensando en por qué me iba a castigar. “Aya, últimamente parece que te vas a caer constantemente y tu forma de andar es inestable, balanceándote de un lado a otro, ¿te has dado cuenta? Te he estado observando y estoy preocupada. Vayamos a un médico”.  Yo he preguntado, “¿A qué hospital?”. “Yo me encargo. Buscaré un hospital de confianza”.
He empezado a llorar sin parar. Quería decir, “Muchas gracias, mamá, y siento mucho haberte preocupado”, pero he sido incapaz de decir una palabra. Me pregunto si mi torpeza se debe a que me quedo despierta hasta muy tarde por las noches o a que no como siempre a las mismas horas, pero creo que algo en mí no anda bien y por eso tengo que ir al médico. No puedo hacer otra cosa que llorar. Empiezan a dolerme los ojos de tanto llorar.

El examen médico

I go to the hospital in Nagoya with my mother**. Me he ido de casa a las nueve. Mi hermana pequeña no se sentía muy bien, pero ha ido a la guardería de todas formas, para que yo pudiera ir al médico… ¡Pobrecita! A las once he llegado al hospital (Hospital Universitario Nacional de Nagoya). He esperado tres horas
leyendo un libro pero estaba nerviosa. No podía concentrarme porque estaba inquieta y asustada. Mi madre ha tratado de tranquilizarme diciendo, “Ya he hablado con la Doctora Eitsurou así que no tienes que preocuparte”, pero…Al fin me han llamado. El corazón me latía muy rápido. Mi madre le ha explicado a la doctora…
1. Que me caí y me hice una brecha en la barbilla (la gente cuando se cae normalmente pone las manos pero yo paré el golpe con la cara).
2. Que camino de forma tambaleante (mis rodillas no se doblan bien).
3. Que he perdido peso.
4. Que mis movimientos son lentos (no tengo reflejos).
Mientras escuchaba me he asustado. Mi ocupada madre me ha estado vigilando de cerca… Supongo que se ha dado cuenta de todo… Me he sentido aliviada. Todas las pequeñas cosas que me preocupaban la doctora ya las sabe.
Al fin han desaparecido. Me he sentado en la camilla y he mirado la cara de la doctora. Me he sentido aliviada porque llevaba gafas y tenía una sonrisa amable. He cerrado los ojos, he levantado las manos y he acercado el dedo índice a mi cara. Me he sostenido de pie con una sola pierna. Me he tumbado y he
encogido y estirado las piernas varias veces. La doctora ha golpeado mis rodillas con un martillo. El examen médico al fin ha terminado. “Vamos a hacerte un TAC***”, ha dicho la doctora. “Aya, no duele ni pica. Es solo una máquina que corta en rodajas tu cabeza para que los médicos puedan ver el interior”. “¿Eh? ¿Cortarla en rodajas?”.
Esto es muy importante para mí así que no he encontrado divertido lo que ha dicho mi madre. La gran máquina ha bajado lentamente. Mi cabeza ha encajado perfectamente como si estuviera en el espacio. “Solo tienes que quedarte tumbada, no te muevas”, me ha dicho una mujer con una bata blanca.
Así que me he tumbado pero me ha entrado sueño. He tenido que esperar mucho tiempo, y después de darme una medicina, he podido irme a casa. Hay otra cosa más que debo hacer. Si puedo ponerme mejor con la medicina, no me importa tomarme todas las que quieran. Por favor, doctora. Si me ve como
a una flor, permita que siga viviendo como un capullo que aún no ha florecido.
El hospital está bastante lejos y yo tengo que ir al colegio, así que la doctora me ha dicho que solo tengo que ir una vez al mes. Prometo ir y hacer todo lo que me diga, así que por favor, cúreme. ¡El Hospital Universitario de Nagoya es el mejor del mundo! ¡Doctora Eitsurou! ¡Por favor!

*La B es Notable, la C es Bien y la D es Aprobado
**Aya escribió la frase en inglés. Es evidente lo que dice. Que fue al hospital de Nagoya con su madre.
*** Un TAC es una Tomografía Axial Computerizada, y es una técnica de diagnóstico utilizada en medicina
similar a una radiografía, pero de múltiples imágenes al rotar alrededor del cuerpo.

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