jueves, 28 de octubre de 2010

Diario de Aya - Parte III [4/6] : "EL COMIENZO DE LA AGONÍA (16 AÑOS)"

Ordenando mis sentimientos

La distribución de la clase para el año que viene ha sido anunciada. Mi nombre ya no está. He sido capaz de tomar una decisión pero aún me pone triste.
Si pudiera ser solo una persona sana…
¡Supéralo ya! ¿Cuánto tiempo vas a permanecer así? ¡Tienes que ser capaz de confiar en que puedes superar esta enfermedad! Ya no puedo escribir tan bien como antes… ¿Será una señal de que la enfermedad está empeorando?
No pasa nada si te caes. Puedes volver a levantarte. ¿Por qué no miras al cielo mientras yaces en el suelo? El cielo azul se extiende ante ti. ¿Puedes ver cómo te sonríe? Estás viva.
He llorado delante de mis amigos. Me ha puesto muy triste que mi profesor me preguntara: “¿Te vas del instituto?”. ¿Te sientes bien cuando lloras? ¿No es cierto que no solo hace que la gente que está a tu alrededor se sienta mal sino que te hace sentir vacía? ¡Entonces deja de llorar! Estás más guapa cuando
sonríes. Y si tienes algo que decir, ¡dilo antes de ponerte a llorar!

Ahora mismo me siento inútil. Voy a pasar de ducharme y me voy directamente a la cama. Mañana tengo que ir a la escuela de discapacitados para una entrevista. He tomado una decisión y no lloraré más.
Rezo para poder convertirme en una gran persona.
Escuela para discapacitados… Ese nombre da una mala imagen… ¿Por qué no puede tener un nombre diferente? Puede que el colegio ayude a las personas pero no existe una sociedad dispuesta… Entrevista con mi profesor. “Creo que podrías continuar con tus estudios en Higashikou con este pequeño nivel de discapacidad… Me pregunto si se puede hacer algo si no tienes problemas asistiendo a las clases. ¿Estás realmente satisfecha? Porque el nivel de una escuela para discapacitados es bastante bajo”. Lloré en mi interior, “¡no quiero oírlo más! ¡No quiero dar lástima!”.
En realidad tuve una ligera esperanza cuando la Doctora Yamamoto habló con el Consejo de Educación. Pero su respuesta fue que habían dejado que la decisión la tomara el director. Mi madre dijo: “Nos han dicho que Higashikou ya no puede cuidar de ella, así que no podemos hacer nada. Tomar una decisión ha sido muy difícil para Aya pero quiero que tenga esperanzas y que comience una nueva vida. Ella misma ha tomado la decisión. Por favor, continúe actuando de acuerdo a la decisión que hemos tomado”.
Sinceramente, todavía me siento unida a Higashikou, pero después de escuchar todas y cada una de las palabras que dijo mi madre, mis sentimientos cada vez se asemejaban más a los suyos. Mientras siga siendo mi soporte, seré capaz de seguir adelante. Dios, escucharé a mi madre. Sentí un amor profundo en sus palabras. Voy a convertirme en una persona mejor y más fuerte.
De camino a casa, he ido a casa de Emi-chan. Había llamado antes de ir así que mi tía tenía la comida preparada para mí y, cuando he llegado, todos me estaban esperando. He comido hasta no poder más y tenía tanto sueño que no he podido ni siquiera pensar en estudiar.
Planeaba dar lo mejor de mí en el examen final, pero han pasado tantas cosas que no he podido concentrarme. No puedo evitar pensar en el boke* mientras estaba en clase… El color es precioso, ¿pero por qué le han dado ese nombre? Motoko-san me ha dicho… “Tanto si decides ir a la escuela para discapacitados o quedarte en Higashikou, la última decisión está en tus manos. Eso es lo que significa vivir”.
Pero yo he pensado… “No tengo otra opción que ir a la escuela para discapacitados. Quiero quedarme en Higashikou, pero el instituto no me lo permite porque dicen que no puedo llevar una vida de instituto normal. Así que en realidad no es decisión mía. Solo está tratando de decir las cosas de forma amable”.
Motoko-san ha continuado diciendo…
“1. Mantente limpia. Sé muy estricta contigo misma y no permitas que nadie diga que las personas discapacitadas son sucias.
2. Atesora a tus amigos.
3. En el futuro, deberías aprender a escribir a máquina.
4. No te olvides de Higashikou”.
No se lo he dicho pero no dejo de repetir en mi mente una y otra vez lo que me ha dicho.
La gente que me rodea me ataca con la palabra “discapacitada”. Me obligué a pensar que la escuela para discapacitados era el único lugar para mí, intenté calmarme y tomé la decisión de trasladarme.
Hace ya dos meses que el camino de la escuela para discapacitados se abrió ante mí.
Emocionalmente tomé la decisión, pero me doy cuenta de que mi mente no estaba organizada en absoluto. Por eso mis emociones siempre eran tan inestables.
He leído la Biblia. Acepto las palabras de Jesús y calmadamente pienso… “Lo siento, Señor. Todavía me falta fe”. Es muy difícil convertirse en un cristiano devoto.
De acuerdo, pondré mis pies firmemente en tierra y pensaré racionalmente.
Ventajas de Higashikou:
1. Que la gente se dé cuenta de que hay gente discapacitada como yo en el día a día. (Amabilidad para ayudar a los demás).
2. Comparar mis complejos con el aspecto sano de los demás me ayuda a esforzarme más.
3. Puedo aprender mucho de mis amigos y profesores.
Inconvenientes:
1. No puedo seguir el horario de las clases.
2. Me acostumbraría a depender de mis amigos y profesores.
3. Solo saldría con mi grupo de amigos y no podría unirme a grupos más grandes. (Mis habilidades tienen limitaciones).
4. Me convertiría en una carga para los demás porque no podría ayudar en las tareas de limpieza.
Ventajas del colegio de discapacitados. Solo mi punto de vista:
1. Puedo vivir de forma independiente.
2. No seré una carga para la gente que me rodea.
3. Puedo pensar en mi futuro.
4. Obtendré habilidades que necesito en la vida.
5. Entre estudiantes discapacitados podremos entendernos mejor.
Desventajas del colegio para discapacitados:
1. Empezar a usar el término “discapacitado” como una excusa.
2. Menos oportunidades para ver a mis amigos sanos.
3. Mi velocidad de aprendizaje disminuirá.

La despedida

Faltan cuatro días para la ceremonia de clausura. Parece que están haciendo mil origami** para mí. (Eso es solo mi suposición). Siempre recordaré que Isan y G-san hicieron esos origami para mí aunque ahora tenga que decir adiós.
Me hace feliz que deseen mi felicidad… pero me gustaría que dijeran, “Ayachan, ¡no te vayas!”. Mi corazón está lleno de odio hacia mis amigas por no haberme dicho eso y hacia mí misma por no haberme esforzado más para lograr que me lo dijeran. Pero, para mantener mi promesa a Motoko-san (que consistía en no pensar mal de mis amigas), no he dicho nada.
Cuando se lo he contado a mi madre, ella ha empezado a cantar… “Olvida el pasado. Si sigues mirando hacia atrás, no podrás seguir adelante. Da tres pasos hacia adelante y dos hacia atrás. La vida es…”. Me ha hecho reír. Una amiga me ha dado una fruta de color naranja. Es de color naranja.
Me encanta, es un color muy cálido.
He hablado con Motoko-san por última vez. Ha escuchado todas mis quejas.
“No seas tan dura contigo misma. La vida no solo se compone de estudios y de institutos. ¿Qué pasaría si tuvieras que valerte por ti misma solo con conocimientos académicos? Los estudios solo han sido una vía de escape para ti. Has evitado llevar tu propia mochila y lavar los platos, y solo te has concentrado en los estudios, ¿verdad? Por eso tu visión de la vida es tan estrecha. Tienes que crear una revolución. Deberías sentirte feliz por haber podido asistir al menos un año a un instituto normal. En el colegio de discapacitados hay chicos que han vivido en hospitales toda su vida.
Comparada con ellos, tú has experimentado la dureza de la sociedad así que sabes que no siempre se puede confiar en los demás. Para tener dieciséis años, tienes un lado maduro y otro inmaduro. Eres una persona que no tiene equilibrio porque aún eres muy joven para tener suficiente experiencia.
Todavía no es demasiado tarde así que no te rindas. Ve a ese colegio y adquiere vivencias que en Higashikou no podrías. Incluso puedes hacer travesuras.
¡Puedes hacerlo! Pero, habría sido mejor para Higashikou que te hubieras quedado aquí”.
Me sentí muy agradecida por tener una gran profesora como ella. Voy a decirle adiós con una gran sonrisa.
Cuando los exámenes terminan, no hay clases hasta la ceremonia de clausura.
Mis padres prepararon una pequeña fiesta para mis amigos y para todos los que me han apoyado y ayudado durante este año. Hablamos, jugamos al póker y a gomoku narabe***. S-chan me regaló una taza para el café, Y-ko-chan una caja de música y A-ko-chan una flor seca. Mi madre nos regaló una pluma estilográfica a cada una diciendo: “Os deseo mucha suerte en vuestros estudios y me gustaría que os acordarais de Aya cuando miréis la pluma”.
Todos nos quedamos en silencio. Cuando me di cuenta de que la hora de la despedida había llegado, mis lágrimas empezaron a brotar pero las he reprimido. Me prometí a mí misma no decir adiós entre lágrimas.
Me divertí mucho pero, cuando se marcharon, me sentí sola y empecé a llorar.

Reflexiones y lamentos

¡El momento ha llegado al fin! Es 22 de marzo. La ceremonia ha pasado volando y yo he entrado en clase. Todos me han escrito mensajes de despedida en un papel. Yo quería gritar: “¡Gracias por ayudarme siempre! Nunca os olvidaré. Me voy a otro instituto pero seguiré dando lo mejor de mí. Espero que no olvidéis a Aya, la chica discapacitada”… Pero no he podido parar de llorar.
S-chan, Y-ko-chan… “A veces es un rollo tener que ayudar a Aya todo el tiempo”. Mi profesor me dijo que eso lo habían dicho mis amigas.
No sé por qué nunca me di cuenta. Siempre estuve concentrada en mí misma.
Es culpa mía que todo el mundo se haya sentido así. ¡Ah! ¡No digas nada más!
Ya he reflexionado suficiente sobre lo que he hecho mal…
En el Festival de Tanabata escribí: “Quiero ser una chica normal” y mi hermana se enfadó conmigo y me preguntó: “¿Qué es lo que te diferencia tanto de una chica normal?”. Quería replicar: “¿Qué tiene de malo escribir la verdad?”.
Me di cuenta de que es muy difícil admitir que eres discapacitado, aunque sepas que lo eres.

Ruego directo

Perfil de la Doctora Yamamoto Hiroko. Es bajita, con el pelo corto y lleva gafas.
Siempre lleva una bata blanca, pero sus pendientes y sus anillos no son demasiado extravagantes, lo que le da una apariencia a la moda pero no demasiado llamativa. Ha sido mi doctora desde que ingresé en el Hospital Universitario de Nagoya. Cuando se trasladó al Hospital Universitario Fujita, me llamó para que también pudiera cambiar de hospital.
Es inteligente, puntual y rápida en todo lo que hace. Se puede confiar en ella y, a veces, me ha llevado a otros hospitales para que me hicieran exámenes médicos. Es una persona increíble. Cuando le pregunté: “¿En qué instituto se graduó?”.
Ella simplemente contestó: “Meiwa”. Incluso yo sé que Meiwa es un instituto para la élite. Me contó que, después de graduarse en Meiwa, entró en la Universidad de Nagoya. Me gusta porque nunca presume y siempre es muy cariñosa.
Cuando estoy con ella, no puedo desplegar mi lado perezoso. Durante año y medio he seguido acudiendo al hospital, incluso a veces he estado ingresada, pero yo sabía que mi enfermedad estaba empeorando.
Quizá porque las células de mi cerebro se están destruyendo, mis movimientos son cada vez más torpes y tengo problemas para mover las piernas porque no puedo doblar las rodillas. Ya no puedo hablar en voz muy alta y solo puedo decir una palabra cada vez. Ni siquiera puedo reírme a carcajadas. Cuando lo
intento, lo único que consigo es un “wawawa”. Trago sin masticar sin darme cuenta y estoy perdiendo la fuerza en la lengua. Cuando vuelva al hospital, voy a preguntarle a la doctora: “Sin esconderme la verdad, por favor dígame qué me está pasando”. Me da miedo preguntar pero tengo que pensar en mi futuro.
Dependiendo de su respuesta, quizá necesite replantearme cómo voy a continuar viviendo mi vida.

*Boke tiene dos significados. Aya se refiere a la flor, y se pregunta por qué tiene ese nombre porque “boke” también significa torpe, tonto…
**Cuando a alguien se le desea buena salud, en Japón se hacen mil figuras de origami, que es el arte de hacer figuras con papel.
***Gomoku narabe es un juego de tablero parecido al tres en raya (aunque aquí son cinco fichas).

No hay comentarios:

Publicar un comentario